jueves, 30 de enero de 2014

Reseña de No Se Aceptan Devoluciones



 Director: Eugenio Derbez
Actores: Eugenio Derbez, Loreto Peralta
Duración: 122 minutos
País: México
Año: 2013

Debut como director del famoso comediante televisivo, largometraje más taquillero del año para la industria cinematográfica mexicana, obra en boca de todos el año pasado… película que acabo de ver, comentario muy interesante que escribir.

La historia de Valentín (Eugenio Derbez), un mujeriego acapulqueño con miedo al compromiso que debe cambiar de forma de vida cuando una de sus exconquistas regresa con la sorpresa de que ha tenido una hija de él y ella decide dejarla a su cargo con una variación del clásico “se fue por sus cigarros y no volvió”. Un planteamiento muy común pero ¿cómo está ejecutada? Empecemos con sus aciertos.

Loreto Peralta, quien interpreta a Maggie, hija de Valentín, muestra soltura y encanto precoz y fascinante. Es lo mejor del filme. Excelente inicio para una niña que no había actuado nunca y que fue seleccionada con ayuda de Twitter. A su lado, Derbez puede dar inventivos juegos de palabras que frecuentemente obtienen una sonrisa (cuando se mantiene un saludable tono ligero) y cuando todo ha terminado, el amor de padre que transmitió logró enternecer. Entre los dos muestran muy buena química, además. En otros aspectos: el vestuario de todos siempre está bien cuidado (y en el caso de los personajes principales, los complementa muy bien); la bahía de Acapulco goza del calor de una buena fotografía; y secuencias animadas bien hechas realzan la atmósfera familiar. Mención especial para el final de la película que aunque tal vez es innecesario y manipulador, conmueve.

Sin embargo, sombras telenoveleras cubren sus playas y la tensión dramática por momentos alcanza temperaturas casi de congelamiento.  Después de que nuestro donjuán se queda con la beba, la trama se sostiene con sketches o momentos familiares. Momentos planos, casi irrelevantes. No hay nada importante que perder o ganar. Vida cotidiana, minutos aburridos. ¡El enemigo o fuerza antagonista principal aparece hasta casi la mitad de la película! Y sí, como ya adivinaron, se trata de la mamá que regresa por la hija. Enemigo unidimensional que descarga una seriedad innecesaria y que además libera al culebrón que habían estado guardando. Muestras: Un acercamiento encuadra caras muy tristes y llorosas acompañadas de dramáticos violines; en un atardecer frente a la playa se dicen verdades muy importantes; frases como: “¿Por qué me estas haciendo esto?” o “¿Por qué me la quieres quitar?” (¡que alguien piense en los niños!) son además, ejemplo de una enorme debilidad: muchos diálogos demasiado directos, trillados y explicativos. Más narrativa visual, por favor. Súmenle cambios de estado muy bruscos entre la alegría y la tristeza pocas veces efectivos y tienen la explicación del porqué es una obra muy cuestionable aunque haya sido emocionalmente exitosa. 

5.5/10

Poster de No Se Aceptan Devoluciones

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