jueves, 6 de febrero de 2014

Reseña de 47 Ronin


Director: Carl Rinsch
Actores: Keanu Reeves, Hiroyuki Sanada
Duración: 118 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2013

Con la desaprobación de la crítica y un costo de más de 175 millones de dólares pero una recaudación mundial que difícilmente se acercará a los 50, se exhibe en estas semanas en el país uno de los mayores fracasos comerciales del año pasado. Pero ¿es realmente tan mala?

Basada en una historia tan famosa en Japón, que se conmemora cada 14 de diciembre. Es el relato de los 47 samuráis que quedaron sin rumbo (por lo que se les dice “ronin”) y con sed de justicia después de que el señor al que servían es asesinado. Ese es el principio básico. Aunque ahora, Hollywood le agrega a un occidental llamado Kai (Keanu Reeves) y elementos fantásticos,  como monstruos, brujas o monjes-demonio con espadas especiales para hacer el cuento más espectacular.

Y eso se no se ve mal. El dinero se ve usado en la pantalla. Decenas de samuráis perfectamente vestidos conviven en una fortaleza junto a mujeres en bellos kimonos bajo la sombra de cerezos en flor, piratas con tatuajes muy chéveres organizan peleas bien coreografiadas, una compañía teatral ocupa el fuego para divertir a unos próximos esposos y una bruja se contonea como serpiente o vuela como un dragón. Se ve chida, pues. No habría que echarle la culpa a Keanu, tampoco. Si bien es cierto que muestra el mismo semblante que parece tener en todas sus películas y no muestra muchas emociones,  bien es cierto que eso no importa mucho porque es una película de acción y su interpretación física es creíble y bien ejecutada. De cualquier modo, no diría que él sea completamente el protagonista, pues es parte de los otros 46 guerreros y de los importantes gobernantes de los condados locales.  Mejores son Hiroyuki Sanada como Ôishi, líder de los ronin y Rinko Kikuchi como la hechicera Mizuki.

Aunque no pueden hacer mucho. No pueden hacerlo cuando prácticamente ningún personaje tiene el material necesario para demostrar profundidad. No hay. Dónde el material falla es en el guión. Inventa escenas de acción que se preocupan por inventar formas en como usar los efectos especiales pero no desarrolla su línea narrativa. La historia parece cortarse, no fluir. Prolonga demasiado el primer acto, la historia de amor luce forzada y las acciones finales se precipitan. Además, en todo eso hay un tono demasiado serio. Caras solemnes, pocas risas. El resultado es que no divierte tanto como podría.

Entonces: No, no es terrible. Pero tampoco es pasable.

5.0/10

Poster de 47 Ronin

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