Director:
Wong Kar-wai
Actores:
Tony Leung, Zhang Ziyi
Duración:
123 minutos
País: Hong Kong
Año: 2013
Año: 2013
El gran
maestro del norte de China, Gong Yutian (Wang Qingxiang) tiene una hija,
Gong Er (Zhang Ziyi), que aunque es una experta, no puede continuar con el
legado de la famila; a un discípulo llamado Ma San (Jin Zhang) que espera lo
haga; y ganas de una última pelea con quien sea el mejor peleador del sur del
país. IP Man (Tony Leung), futuro maestro de Bruce Lee y figura en ascenso en
la historia de las artes marciales, será su contrincante… y el protagonista de
la película.
La biografía de un superhéroe. IP Man supera a varios
hombres sin despeinarse, enamora mujeres
peleando, sabe algo que los demás no sabemos, siempre luce elegante y vive con
un código moral inquebrantable. Además, es la personificación de la adaptabilidad
necesaria frente a los cambios y crisis de su época. Al final, convence de que
puede hacer eso y más aunque no llegues a conocerlo como el ser humano que fue.
Con quien comparte muchos minutos de la película es con Gong Er (los mejores, yo diría, aún sin liarse a golpes). Ella pelea con la misma o
superior destreza, tiene la técnica secreta que no puede faltar (las “64
manos”), busca conservar el honor de sus antepasados y lo hace todo siempre
luciendo increíble. Partes muy entretenidas y también muy hermosas. Pero en
algunos momentos, el filme se concentra en los relatos de otros personajes, a
veces sin introducirlos claramente; pierde el hilo de la narración principal
confundiendo en el camino; y el elenco no muestra otra actitud que no sea la de
ser peleadores sobrenaturales. Lo importante son nuestros sentidos, entonces.
Wong Kar-wai (Happy Together, Deseando amar) llena nuestros
ojos con la belleza, la sabiduría y el poder del Kung-fu. “Que elegante y
diferente pelea”, pensé; “buena frase”, me dije; “¡a que #$”&´ madrazo!” (o
algo así), contemplé… Para tal expresión hay
que acudir con el experto, y ese es Yuen Woo-ping (Matrix, El Tigre y el
Dragón, Kill Bill) quien se encarga de coreografiar las batallas bajo la lluvia, bajo la nieve o
en medio de la niebla con imponente, brutal o delicada maestría. Para que la
piel se vea como porcelana y un burdel como un palacio usan la fotografía de Philippe
Le Sourd; y para deleitar, aunque tal vez no del todo entender, está el Gran
Maestro.
8.5/10
Actualización de junio de 2014:
El componente visual de esta película de algún modo se ha agrandado. Me parece más hermosa que la primera vez y eso que no la he vuelto a ver. Con las peleas ha pasado lo mismo. Sin embargo, lo que me ha hecho escribir de nuevo en esta entrada es la excelente banda sonora compuesta por Shigeru Umebayashi, ¿por qué no la resalté desde un principio?... Tengo que conseguir ese disco. Aquí una probadita:
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