Director: Duncan
Bridgeman
Actores: Diego Luna,
Kinky, Café Tacuba, Alejandro Fernández, etc.
Duración: 98 minutos
País: México
Año: 2012
Año: 2012
Una obra audiovisual sobre México dirigida por un británico estrenada
en el año 2012. Que no es ni documental ni película narrativa ni videoclip
musical. Una experiencia peculiar que en su mayor parte no me gustó pero que
tiene algo que disfruté. ¿Qué?
Su música. Música hecha por mexicanos (más algunas
excepciones) de muy diversos estilos y hasta en distintos lenguajes. Hay rock,
rap, pop, norteña, jarocho, clásica, tradicional… géneros cuyos nombres no
conozco; la interpretan niños, jóvenes, ancianos, famosos, desconocidos o
emergentes. Canciones recientes, antiguas y hasta nuevas fusiones hechas
especialmente para el filme. De seguro encuentran algo que les guste. Yo lo
hice… varias veces. De eso trata este experimento. Y en eso es exitoso. Pero en
su mercadotecnia no lo hace patente y en su ejecución no ocupa el lugar
principal. Lo que hace, es hablar de otros temas (religión, espiritualidad,
vida, muerte, amor, fronteras) y después usar la banda sonora. Eso no suena tan
mal pero hay un detalle muy importante.
En una parte dos personajes muy sonrientes están charlando
entre ellos y dicen que en esta película no hay guión. Pensé que era una broma.
Pero Nop. Es verdad. La base en la que está construida es la improvisación y su
ejecución la hace alguien que es esencialmente músico y no cineasta. ¿Cómo se
hizo? Invitaron a muchas personalidades del medio local y las entrevistaron
durante 40 minutos. Después, seleccionaron una pequeña parte de esa charla y lo
que se ajustaba se insertó en alguno de los temas principales que dividen la
obra; junto a eso pusieron la música (a la que extrañamente nadie se refiere)
en secuencias que se parecen mucho a un video musical y mezclaron todo con
cortes de cámara rápidos. El resultado es un producto que no tiene profundidad,
un hilo conductor o seguimiento de ningún tema (por eso es que no creo que se
le deba llamar documental) que aún así logra mostrar una parte de la enorme complejidad
del país y una diversidad casi seguramente desconocida. Lo sorprendente
entonces es que hayan conseguido que tanta gente talentosa participara. ¿Cómo
lo lograron? Uno de los productores, Bernardo Gómez, es el vicepresidente de la
empresa televisiva más grande del país; la otra productora, Lynn Fainchtein, es
muy conocida en el medio del entretenimiento. Ellos le abrieron las puertas
necesarias a Bridegeman, quien fue invitado por Gómez para hacer la película
después de que el productor viera y le gustara uno de los anteriores filmes
de Duncan (1 Giant Leap: What About Me?).
Hay que reconocer que recorrió gran parte del territorio para presenta lugares que rara vez se ven incluso en el cine nacional y que a veces las personas a las que entrevista llegan a decir buenas frases. Pero eso no la salva, mejor compren el disco.
Hay que reconocer que recorrió gran parte del territorio para presenta lugares que rara vez se ven incluso en el cine nacional y que a veces las personas a las que entrevista llegan a decir buenas frases. Pero eso no la salva, mejor compren el disco.
4.0/10
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