Adel-ante no es el lugar hacia donde se dirigió la señora Blue Adkins en su mega esperado tercer disco de estudio, nuevamente, el pasado y la nostalgia son los que ocupan un lugar central y un alma vieja con varias heridas se asoma, pero esta vez no es tan creíble, poderoso y demoledor como en la anterior ocasión (en 21). Probablemente porque aquí se oye una cierta formula para sacar lágrimas, menos música que eleve el dolor de un amor perdido y un porcentaje demasiado grande del trabajo se le deja únicamente a la voz de la cantante.
Es el caso de "All I Ask" que aún con su excelente letra (Todo lo que pido es / Si esta es mi última noche contigo / Sujétame como si fuera más que un amigo / dame una memoria que pueda usar) suena algo aburrida o demasiado "musical de Broadway" a la tercera ocasión que la escuchas por solo usar un piano; o en la yesterdayzosa "Million Years Ago" y su predominante guitarra (que sin embargo, no decepciona por una voz convincentemente dolorida en el coro); o en el soso piano de "Remedy", en la cuál además, no le creo a la artista (¿ella va a ser mi remedio con esto? mmm, no, prefiero "Don't You Remember"); y un poco con los violines que acompañan a "Love In The Dark" que creo ya haber escuchado en otras canciones de otros artistas, aunque, de nuevo, la rola no falla por la buena letra (Quita tus ojos de mí para que pueda partir) que acompaña a su dinámica in crescendo.
No obstante, me pareció que la anterior estructura se repetía con demasiada frecuencia. Es decir, canciones que empiezan tranquilas y van subiendo para dejar una explosión al final. Eso no es nada molesto en el primer sencillo "Hello" (que a mi parecer, es el que se parece más a los cortes de su anterior lp) por atacar un sentimiento universal y parecer honesta, pero en "When We Were Young", la fórmula, aún con buenas armonías, suena algo falsa (la chica tiene 27 y canta "cuando éramos jóvenes" -_-). Dicho patrón también se encuentra en "Love In The Dark" o en "All I Ask". No es que sea malo por sí mismo pero ¿dónde está la imaginación o alegría?
Está, por ejemplo, en "Sweetest Devotion", el corte más personal y verdadero del disco. Además, el único donde realmente Adele parece feliz, ¿por qué? Porque está dedicado a su hijo y eso hace que su voz sea gigante en su júbilo... la música no la deja sola, tampoco. También más juguetonas me parecieron "River Lea" por su atmósfera góspel (¡además algo sombría!) que le echa la culpa a un río (así que culpo al río Lea, al río Lea, al río Lea) o "Send My Love (To Your New Lover)" por la confianza que demuestra al descartar a un exnovio y su sencillo fondo rítmico algo pop.
Entre todas, mi preferida fue "I Miss You". Explosiva y descarada desde el comienzo (Quiero cada pedazo tuyo / Quiero tu cielo y tus océanos, también / Trátame suave pero tócame cruelmente) y algo sexosa, añorante y de recitable letra en su conjunto (Te extraño, cuando las luces se apagan / Se iluminan todas mis dudas / Tira de mí, sujétame fuerte). ¡Yeah! Lo único donde el álbum si falló feo fue en la lamentable interferencia de la guerra de volumen que afectó a la grabación (no se oye tan bien como debería). Aparten eso a la próxima y que los récords se sigan acumulando.
3.5/5