Cinco años después de haber
grabado Reptilectric, su disco más
cohesivo, roquero y con menos parafernalia, además del último inédito, la banda
nacida en la ciudad mexicana de Cuernavaca volvió a los estudios de grabación
con grandes expectativas sobre sus hombros después de la gloria que fue el MTV Unplugged que hicieron en el año
2011 para entregar un álbum más calmado, menos eléctrico y que, como en el
acústico, experimenta con nuevos instrumentos o elabora fondos delicados.
10 a.m., abre el disco, siendo también el primer sencillo,
con un coro y un ritmo sumamente pegajoso que supone un rumbo engañoso para el
resto de la placa, Cámara Lenta
mantiene el agradable tempo pero no convence con su historia de amor fresa, Dos Mil Trece baja la intensidad para
regresar las letras oscuras con resultados polarizantes como en: “ven intégrate al software del
Prográmaton”… y con Fin de Semana fácilmente
puedes pensar en ese alguien especial: “quiero un fin de semana en el cielo,
desvelarme bailando contigo”. Preámbulo para Arrullo de Estrellas, la mejor canción de todo el disco y una de
las mejores de toda su carrera. En ella, León Larregui (vocalista/líder) canta
la letra más honesta y llena de espíritu que ha escrito hasta ahora: “te lo
digo desde el alma y con el corazón abierto / eres mi amor eterno / mi ángel de
la guarda”. Pocas o en ninguna otra ocasión se le ha oído tan emocionalmente puro
y cercano. Hay un motivo: la composición está dedicada a su mamá que hace poco
falleció.
Después de eso regresa la influencia
beatlesca por momentos descarada que parece nunca van a dejar atrás en Ciudades Invisibles. Con Panoramas tienen buenas estrofas sobre
la belleza y sensualidad de una mujer que lamentablemente se cortan a la par de un interesante uso del sitar. Posteriormente, en Game Over Shanghai (Liu Yang River), temes que regrese un vicio de
sus primeros años. El título indica que será otra canción en inglés de las que
la banda ponía en sus primeros elepés pero afortunadamente ese no es el caso. Rola
popera que recuerda a Keane y que en su parte final le agrega una curiosa
atmósfera asíatica. Andrómeda puede parecer simple pero logra otra efectiva
aproximación emocional: “que daría por tenerte junto a mí / platicar las horas
en aquel sillón”. Sedantes tiene la línea
de bajo más predominante y fuerte de esta sesión aunque la letra no es tan
afortunada: “secretos de Pedro Infante”… ¡¿eh?!
La trampa del principio se
hace muy notable. Lo más seguro es que
Zoé dejará en su futuro el lado “pesado” (¡no se rían!) del rock y
seguirá la dirección que estableció en Música
de Fondo. O tal vez no. Pero mantienen la confianza de esperar algo bueno.
4.0/5
"Secreto Infante".
ResponderBorrarNo puedes mencionar algo en tu crítica de lo que no conozcas o no estás seguro de conocer.
A mi parecer, la lírica de Sedantes es una de las mejores del disco.
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