Director: Richard Linklater
Actores: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan
Hawke
Duración: 165 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2014
Querida Boyhood:
Había oído hablar muchas
cosas buenas de ti, te conocí tarde y traté, realmente traté de quererte, pero
jamás conectamos o me hiciste sentir algo especial.
Intentas plasmar el
desarrollo de la vida de un niño hasta que llega a la universidad y para eso te
tardaste en ser filmada 12 años usando a los mismos actores bajo el amparo de
un guión escrito -no a la manera de un documental (“a ver lo que pasa”)-. Eso
ya es algo que por su sola dificultad ya merece un reconocimiento.
Más todavía cuando escoges
tan bien los momentos que componen la vida. Algunos pueden parecer irrelevantes
pero me costaría trabajo señalar a alguno que realmente sobre. Varios son
excelentes. Estar tumbado en el pasto viendo el cielo es universal, enojarse
por un mal corte de cabello, igual. Descubrir la incongruencia de tu padre al
regañarte por algo que el sí hace, también. Oír sobre política aunque no lo
entiendas es común. Hablar sobre sexo es divertido, bochornoso y necesario. Eliminar
alienígenas como “el gran jefe” y después ser un verdadero boxeador son
momentos que la tecnología nos permitió experimentar. Y al lado de todo hay
canciones que nos acompañaron y nunca está de más recordar.
No hay actor tuyo que haga un
mal trabajo, tienes algunos buenos diálogos, momentos tristes y felices bien
distribuidos, un excelente ensamblado de edición y personajes que sufren cambios
claros y continuos o fallos recurrentes propios de un ser humano de verdad que
poquísimos largometrajes logran tener. Sin olvidar que nada de eso sería
posible sin haber contado con un gran trabajo de dirección.
Pero ¿y entonces? Supongo que
no eres tú, soy yo. Tan llena de virtudes como estás, no puedo engancharme
contigo. Tu protagonista crece 12 años en la pantalla y se supone que me debo
maravillar por “la vida retratada en pantalla”, pero no lo hago. El chico logró
llegar a la universidad… bien por él. No es que me haya importado o sentido
empatía hacia él. Te lo diré francamente: no tocas mi corazón, eres larga y a
veces aburrida. Me pides casi 3 horas de mi tiempo y los minutos llegan a
arrastrarse, “¿a dónde es qué quieres llegar?”, me pregunto. No encuentro la
respuesta probablemente porque copias a la vida sus divagaciones sin rumbo (o parece) y pasa el tiempo y sigo esperando más de ti. Aún más. “Eso
extra”.
Eres una gran película amiga,
pero honestamente, no te quiero volver a ver otra vez en mi vida.
8.5/10
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